Miércoles, 9ª semana del Tiempo Ordinario

Marcos 12,18-27 : Dios no es Dios de muertos, sino de vivos

09_4_TO.mp3

Entonces algunos saduceos acudieron a ver a Jesús. Los saduceos nie­gan la resurrección de los muertos y por eso le plantearon este caso: “Ma­estro, Moisés nos dejó escrito que si un hombre casado muere sin haber tenido hijos con su mujer, el hermano del difunto deberá tomar por es­posa a la viuda para dar hijos al hermano que murió. Pues bien, había una vez siete hermanos, el primero de los cuales se casó, pero murió sin dejar hijos. Entonces el segundo se casó con la viuda, pero él también murió sin dejar hijos. Lo mismo le pasó al tercero y así hasta los siete, ninguno de los cuales dejó hijos. Finalmente murió también la mujer. Pues bien, en la resurrección, cuando resuciten, ¿cuál de ellos la tendrá por esposa, si los siete estuvieron casados con ella?” Jesús les contestó: “Estáis equivocados porque no conocéis las Escrituras ni el poder de Dios. Cuando los muertos resuciten, los hombres y las mujeres no se ca­sarán, sino que serán como los ángeles que están en el cielo. Y en cuan­to a que los muertos resucitan, ¿no habéis leído en el libro de Moisés el pasaje de la zarza ardiendo cuando Dios dijo a Moisés: -™Yo soy el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob?-™ ¡Y Dios no es Dios de muertos, sino de vivos! Así que estáis muy equivocados.”

Facebooktwittermail